DÍA INTERNACIONAL DEL AGUA
La Asamblea General de las Naciones Unidas, el 22 de diciembre de 1992,
adoptó la resolución, que el 22 de marzo de cada año, se conmemore el Día
Mundial del Agua. Por este motivo, año a año, las diferentes organizaciones e
instituciones internacionales, nacionales y locales “celebran el Día del Agua”;
donde la mayoría de sus representantes se rasgan las vestiduras con discursos
demagógicos, que son ellos los que trabajan para asegurar el acceso al agua de calidad
a toda la población, como al saneamiento ambiental. No obstante, en la práctica
y en realidad, es otra, y obscura, para la gente del campo.
La IDEOLOGÍA que debe primar de manera consciente en todos los Gestores
Comunitarios del Agua y de la ciudadanía, en todo el mundo, es que el AGUA ES
ESENCIAL PARA LA VIDA de todo ser vivo y de la misma Naturaleza; cuyo principio
fundamental que el AGUA ES UN DERECHO HUMANO.
Esta aseveración se basa porque, en noviembre de 2002, el Comité de las
Naciones Unidas de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, adoptó la
Observación General Nº 15, sobre el derecho al agua; que expresamente en el
artículo I.1 dice: "El derecho humano al agua es indispensable para una
vida humana digna"; y, también lo define el derecho al agua como el
derecho de cada uno a disponer de agua suficiente, saludable, aceptable,
físicamente accesible y asequible para su uso personal y doméstico. Y,
finalmente, el 28 de julio de 2010, a través de la Resolución 64/292, de la
Asamblea General de las Naciones Unidas, reconoció explícitamente el derecho
humano al agua y al saneamiento, reafirmando que el agua potable limpia y el
saneamiento son esenciales para la realización de todos los derechos humanos.
En el caso del Ecuador, producto de la lucha y exigencia de las
organizaciones sociales y populares, determinó que la Asamblea Constituyente de
Montecristi, el 20 de octubre de 2008, aprobó la actual Constitución de la
República del Ecuador, que en su artículo 12 manda lo siguiente: “El derecho humano
al agua es fundamental e irrenunciable. El agua constituye patrimonio nacional
estratégico de uso público, inalienable, imprescriptible, inembargable y
esencial para la vida”. Y, en el artículo 318, en la parte pertinente establece
lo siguiente: “Se prohíbe toda forma de privatización del agua”; “…que la
gestión del agua será exclusivamente pública o comunitaria”; y, “el Estado
fortalecerá la gestión y funcionamiento de las iniciativas comunitarias en
torno a la gestión del agua y la prestación de los servicios públicos, mediante
el incentivo de alianzas entre lo público y comunitario para la prestación de
servicios”.
Sin embargo, han transcurrido 11 años y muchos de los principios y políticas
establecidas en la Constitución y en la Ley Orgánica de Recursos Hídricos Usos
y Aprovechamiento del Agua, no se cumple, constituyéndose en una letra muerta;
y, concomitante con ello, se agrava la situación relacionada con la gestión de
los recursos hídricos y el acceso al agua para toda la población del país y en
el mundo.
Las causas para que esta situación se presente, se debe a muchos factores,
entre otros, son los siguientes:
• Las autoridades elegidas y/o nombradas del Gobierno Nacional,
representadas en las instituciones del poder ejecutivo, legislativo y judicial,
no administran y actúan respetando las normas vigentes establecidas, ni tienen
la voluntad política para actuar y de servicio a la colectividad, más bien
responden a intereses de los sectores con poder económico -capitalista y
burgueses-; además, muchos de las autoridades y demás funcionarios de las
instituciones que tiene que ver con la gestión de los recursos hídricos, no
tienen el perfil y la formación académica y profesional, ni la experiencia,
para posibilitar una visión y gestión integral e integrada, en el marco de un
desarrollo sostenible en los diferentes territorios.
• No hay un proceso serio y sostenido de fortalecimiento de las capacidades
locales, mediante la capacitación, para dotar a los líderes, dirigentes y a la
población en general, de las herramientas de gestión; es decir, el de enseñar a
pescar y no dar el pescado. Esta última ha sido una estrategia de parte de las
autoridades de la mayoría de las instituciones de desarrollo en ser
paternalistas, como instrumento de hacer política partidista a fin de tener
réditos electorales.
• Igualmente, la mayoría de los funcionarios y técnicos de las diferentes
instituciones de desarrollo, por tener una formación profesional integral
actúan acorde a lo que el sistema requiere, es decir, se desenvuelven con
visiones y principios que les interesa a los grupos de poder capitalista. Por
ejemplo, los proyectos o los sistemas de agua para consumo humano y de riego
comunitario se trabaja con una visión sólo constructivista, descuidando el
enfoque integral; puesto que no se toma en cuenta el aspecto social para la
toma de decisiones y el empoderamiento de los beneficiarios.
• Un sector de los líderes y dirigentes comunitarios que gestionan el agua en
el país, también, le hacen el juego al sistema imperante en el mundo -el
capitalista, neoliberal, burgués-, porque no luchan y defienden con firmeza, ni
son consecuentes, coherentes y leales con la ideología y principios que debe
identificar a los Gestores Comunitarios del Agua en el Ecuador; sólo es
discurso y pare de contar. Es preocupante y vergonzoso que muchos de ellos se
ponen al servicio o son tontos útiles de los grupos de poder imperante en el
país; aquellos, son los responsables directos de la serie de problemas que, por
muchos años, sufren las diferentes comunidades rurales y periurbanas, como
falta de acceso a agua segura, como de cobertura y permanente a toda la
población; y, la falta de saneamiento ambiental.
En este contexto, y si verdaderamente deseamos que esta realidad cambie, es
oportuno reflexionar del rol que se cumple en la sociedad, y si se está por el
camino equivocado rectificar el accionar y comprometerse a luchar y defender,
con militancia y fuerza, la ideología y principios que asiste a los Gestores
Comunitarios de Agua del Ecuador, Latinoamérica y el mundo. Para iniciar, el
cambio, es implementar proyectos con un visión social y técnica; trabajar para
proteger y conservar las fuentes de agua; evitar la explotación minera en zonas
de recarga de agua y en territorios que realizan riego para la soberanía
alimentaria; tecnificar el riego parcelario; fortalecer la organizaciones
sociales y comunitarias; evitar la contaminación del agua; establecer procesos
serios y responsables de alianzas públicos-comunitarias, etc.
Ahí está la oportunidad para todos y de manera particular a los actores
políticos, para que en la práctica demuestren que en ellos prevalece la moral y
los valores éticos; que implementan verdaderas políticas públicas para
enfrentar y resolver la problemática antes indicada; caso contrario éstos se
transformarán en politiqueros, demagogos y que darán la espalda a su mismo
pueblo que los eligió.
FUENTE: https://www.facebook.com/luis.sivisaca/posts/2609529519064426
Adicionalmente, compartimos un video sobre la importancia del agua y la reflexión de la misma, en la que incluye imágenes de la Estrella Hídrica del Sur del Ecuador, Loja, específicamente del cerro de Fiero Urco y sus alrededores, que es la que provee de agua a 4 cuencas de la región Sur y que hoy se encuentra amenazada por las concesiones mineras a gran escala.